Síntomas de la Ansiedad

Las manifestaciones del trastorno de ansiedad pueden variar según el tipo y la gravedad del trastorno.

Es importante recordar que no todas las personas experimentan estos síntomas, y la intensidad puede variar. Si crees que la ansiedad está afectando tu vida, es recomendable buscar apoyo profesional para un manejo adecuado.

Síntomas Sensitivos

La ansiedad puede manifestarse no solo a nivel mental o emocional, sino también a través de cambios sensitivos, afectando la percepción de estímulos externos e internos. 

Estos síntomas pueden ser alarmantes y desconcertantes, pero forman parte de las respuestas del cuerpo al estrés. 

A continuación, se describen algunos de los síntomas sensitivos más comunes asociados con la ansiedad:

Hipersensibilidad a los Estímulos

 Las personas que experimentan ansiedad a menudo desarrollan una mayor sensibilidad a los estímulos sensoriales como la luz, el sonido o el tacto. 

Esto puede manifestarse como una reacción exagerada a estímulos que normalmente no provocarían una respuesta tan intensa. 

Por ejemplo, un sonido fuerte puede causar una sobresalto mayor de lo normal, o la luz brillante puede ser percibida como más intensa, provocando incomodidad.

Causa Fisiológica:

Esta hipersensibilidad se debe a la hiperactivación del sistema nervioso central, que está en un estado de alerta constante. 

En respuesta a la ansiedad, el cuerpo activa los mecanismos de «lucha o huida», lo que prepara a la persona para enfrentar una amenaza, incluso cuando no existe un peligro real. 

Esto aumenta la percepción de los estímulos, haciendo que los sentidos se vuelvan más agudos y que las respuestas sean exageradas.

Escalofríos o Sudores Fríos

Las personas con ansiedad también pueden experimentar episodios repentinos de escalofríos o sudores fríos, incluso cuando no hay una razón física aparente, como un cambio de temperatura. 
 
Los escalofríos pueden recorrer el cuerpo de manera impredecible, y los sudores fríos pueden aparecer en las manos, la frente o todo el cuerpo. 
 
Este síntoma a menudo se asocia con momentos de estrés o pánico.

Causa Fisiológica:

Los escalofríos y sudores fríos son el resultado de la activación del sistema nervioso simpático, que prepara al cuerpo para la acción. 

Cuando una persona está ansiosa o experimenta un ataque de pánico, el flujo sanguíneo se redirige hacia los músculos principales, disminuyendo la circulación en la piel, lo que puede provocar una sensación de frío. 

Al mismo tiempo, las glándulas sudoríparas pueden activarse, produciendo sudor frío como parte de la respuesta de «lucha o huida».

Problemas de Visión (Visión Borrosa o "Manchas" en la Visión Periférica)

Los problemas de visión, como la visión borrosa o la aparición de «manchas» en la visión periférica, son síntomas frecuentes durante los episodios de ansiedad o ataques de pánico. 
 
Las personas pueden sentir que su visión se vuelve borrosa temporalmente o que no pueden enfocar correctamente los objetos. 
 
También pueden ver puntos brillantes o sombras que parecen moverse en su campo visual.

Causa Fisiológica:

La visión borrosa o las «manchas» pueden ocurrir cuando el cuerpo está en estado de ansiedad, debido a una combinación de tensión ocular y cambios en el flujo sanguíneo hacia los ojos. 

Durante un ataque de pánico o un episodio de ansiedad severa, el cuerpo entra en un modo de alta alerta, lo que puede alterar temporalmente la función normal de los ojos. 

Además, la hiperventilación causada por la ansiedad puede disminuir la cantidad de dióxido de carbono en la sangre, lo que provoca una constricción de los vasos sanguíneos que irrigan los ojos, causando visión borrosa.